Pesadillas
No son de confianza los sueños,
siempre al acecho de oscuras tramas,
llenos de besos y misterios,
y acongojadas entrañas.
Como perlas de aguamarina,
arenas de otra realidad nutren,
dichosas, frías y azules,
las cobijas de nuestras camas.
Las doce, las doce se acercan,
y no me siento preparada
para mi encuentro en la penumbra
con monstruos, demonios y hadas.
Qué lección habrá en mis miedos
si es tan certero el mensaje:
no habrá misericordia al astuto
y sí, penitencia al cobarde.