Consecuencias
Lamento muy acertado
si se corroen las risas
y las transforman en duelo,
y otras terribles heridas.
Sí, puedo conocerte
tras tu embotado cristal,
no engañas como crees
y no te vas a librar.
Por más que patees tanto
las trampas se han de pagar,
ya sea con oro en paño
o que te hagan llorar.
Así que sacúdete el polvo
y asume la realidad,
la sangre corre por tus venas
como la de todos los demás.